TESTIGOS, SOSPECHOSOS Y RECUERDOS FALSOS - Estudios de psicología forense.


Prólogo de Juan José López
Ortega
Según la ONG norteamericana
Innocence Project, la causa que contribuye en mayor medida al error judicial es
la identificación errónea de un inocente. Eso no significa que la responsable
del error sea la víctima. Los trabajos de psicología del testimonio han
mostrado que los errores pueden deberse a las influencias sugestivas que hayan
tenido lugar desde el examen de fotografías en la comisaría hasta la
presentación de una rueda judicial.
Pero la sugestión no limita su
influencia al reconocimiento de personas. Las preguntas sugestivas
(involuntarias), que formulan policías, abogados, jueces y fiscales, pueden
llevar a «recordar» detalles de la escena del delito o del accidente que nunca
sucedieron y que encaminan la investigación en una dirección incorrecta. Y no
es solo que contaminen una declaración, sino que testigos, víctimas y
sospechosos pueden llegar a creer que han experimentado algo que realmente
nunca ocurrió.
Las distorsiones de memoria y la creación de falsos recuerdos son el tema central de este conjunto de textos, que exploran los elementos sugestivos que pueden influir en el reconocimiento de caras y en las declaraciones sobre sucesos que realizan testigos y víctimas, y que después se presentan como pruebas judiciales. En todos los casos se examina los factores que potencian el valor distorsionador de la sugestión, así como las dificultades que entraña la discriminación entre recuerdos verdaderos y recuerdos falsos, incluso en aquellos casos en los que el error en esa discriminación puede llevar a una confesión falsa.
Margarita Diges:
Catedrática de Psicología de la
Memoria y codirectora de la Unidad de Psicología Forense Experimental de la
Universidad Autónoma de Madrid, es pionera en España en el campo de la
psicología del testimonio. Durante su dilatada carrera académica ha estudiado
el funcionamiento de la memoria y el poder de la sugestión para distorsionarla.
Desde 1983 ha publicado artículos nacionales e internacionales sobre la memoria
de los testigos en revistas de psicología y de derecho, así como los libros
Psicología forense experimental (1993), Los falsos recuerdos (1997) e
Identificaciones fotográficas y en rueda de reconocimiento (2014).
Ha trasladado los resultados
científicos a la actividad profesional, siendo en 1991 la primera psicóloga que
actuó en un juicio en nuestro país en calidad de perito forense experimental, y
desde entonces ha intervenido en múltiples procesos judiciales de
identificación en rueda y de credibilidad de declaraciones de menores supuestas
víctimas de abuso sexual.
Asimismo, ha contribuido a la
formación de varias promociones de jueces y fiscales, a través de cursos de
formación inicial y de formación continua.